Atrévete aumentar la confianza en ti mismo.



Lograr metas es fácil. Todos tenemos la capacidad. Simplemente depende de tener claro nuestros objetivos, entender que todo pasa para algo, saber que podemos cambiar o re enfocar nuestro rumbo sin estresarnos, esforzarnos, dedicarnos, ser pacientes, perseverantes, ajustar lo que sea necesario para, desde donde estamos, llegar a donde deseamos y tener confianza. Sí, confianza, eso que se supone nos deben inyectar desde niños pero que la mayoría a falta de, tenemos que aprender a medicarnos en la etapa adulta constantemente.

Tener confianza, entre otras cosas, significa que eres capaz de expresar una opinión o decir cómo te sientes; pedir lo que deseas o necesitas; expresar tu desacuerdo de manera respetuosa; hacer sugerencias o dar a conocer tus ideas; decir "no" sin sentirte culpable y además, que puedes defender a otra persona.

No tener confianza o seguridad en ti trae de la mano que el tener demasiadas dudas con respecto a tus capacidades, decir "no puedo" en vez de "sí puedo", dejar que la gente te menosprecie y menospreciarte tú (auto sabotearte); darte importancia a lo que digan hagan o piensen los demás de ti, no ser capaz de decir ¡no!, no atreverse a entablar conversación con extraños, hablar en público, en una reunión o frente a un grupo de personas y echarte para abajo todo el tiempo. En otras palabras, complejo de inferioridad.

En un taller de crecimiento personal aprendí que "la confianza en uno mismo es una manera sana de comunicarse. Es la capacidad de defenderse de forma honesta y respetuosa. Todos los días, nos enfrentamos a situaciones en las que tener confianza y seguridad en nosotros puede ser de gran ayuda; por ejemplo al invitar a alguien a una cita, al acercarse a una maestra para hacerle una pregunta o presentarse a una entrevista para la universidad o un trabajo".

Y claro está que hay muchas más situaciones. A continuación, te comparto algunas prácticas que puedes llevar a cabo para conseguir más confianza en ti mismo:

-Revisa el camino recorrido: recuerda, ¿cómo llegaste a cumplir los logros que hasta ahora has obtenido? Escribe el paso a paso que realizaste para llegar hasta ahí en cada uno de los casos y busca las similitudes con tu meta o deseos actuales.

-Escribe una lista tus habilidades: enumera en un cuaderno cuáles son las habilidades que usaste dentro de cada uno de los logros que has tenido.

-Reconócete: La vida no es para vivirla pensando en lo que no hiciste, en lo que deberías haber hecho o en lo que quisiste hacer pero no pudiste. Quedar atrapado en los aspectos negativos de nuestros actos no te ayuda a superar y crecer. Puedes quedar atrapado en un lamento y desmotivarte. Mejor reconócete lo que has logrado y desde ahí ten en cuenta que si sucedió una vez, es posible otra vez más. Siente orgullo por las cosas que has hecho y haces. Céntrate en los aspectos positivos de tu vida.

-Atrévete a más. ¿Cuántas cosas has perdido por miedo y cuántas oportunidades más quieres dejar pasar? Si te repliegas ante un proyecto porque temes fracasar, seguramente tendrás que retraerte. Hay que empezar a hacer las cosas para perderles el miedo. Muchas veces lo que ocurre es que le tenemos miedo a lo desconocido y cuando nos damos oportunidad de conocer la situación nos damos cuenta de que en realidad no había nada que temer. Por ejemplo: si te da miedo hablar en público, empieza a hacerlo enfrente de un espejo. Si te dan miedo las alturas, súbete a un edificio más alto cada día.

-Quien no arriesga no gana. Ante el primer síntoma de desconfianza, pregúntate a ti mismo, "¿Qué es lo peor que me podría pasar?". Muy a menudo otorgamos excesiva importancia a los potenciales problemas que pueden surgir si intentamos algo. Nos enfocamos en todos los contra, en todo lo que nos frene, en vez de en todo lo que sí. De todos modos al intentarlo lo que te pueden decir es que no, y recuerda que cada "no", te acerca más al "sí" que deseas. ¿Por qué no usar toda nuestra energía en lograr nuestras metas, en lugar de gastarlas preocupándonos de lo que podría ocurrir?

-Visualízate triunfando. Si estás asustado porque vas a hacer algo por primera vez... ¡sencillo! ¡Imagina que ya lo has hecho en el pasado! Cierra tus ojos, e imagínate entonces a ti mismo, y de la forma más realista posible, culminando con éxito lo que ahora vas a hacer por primera vez. Así como lo explican en el libro "El Secreto", si quieres un carro nuevo, vete a hacer una prueba con él, siéntelo, conoce la sensación que se tiene dentro del auto. Recuerda que la mente realmente no sabe diferenciar entre algo imaginado con mucho detalle, de algo real. Lo confunde. Habrás superado el miedo a la primera vez.

-Viaja al futuro: y, desde allí, pregúntate si a lo que te enfrentas es algo tan
importante como ahora te parece. Este ejercicio puede ser un poco morboso, pero funciona a la perfección. Imagínate a ti mismo en tu lecho de muerte, haciendo recuento de lo que ha sido tu vida. Te rodean tu familia y amigos. Estás revisando los momentos más significativos de tu existencia. ¿Realmente crees que a lo que ahora haces frente va a aparecer en ese repaso? Eso es altamente improbable. Viendo las cosas con la perspectiva adecuada nos damos cuenta de la importancia que realmente tienen. Al ponerlas en su sitio, el miedo -el respeto- que nos da desaparece.

-Recuerda: pierdes el 100% de las oportunidades que no intentas. Para conseguir lo que quieres, debes actuar, más que hablar y planear.

- Otros han abierto el camino. Como siempre comento, es excelente, cuando deseamos lograr una meta, investigar y conocer la historia de quienes ya han logrado lo que deseamos. Encuentra a alguien que ya demuestra confianza en ese área, e imítalo. Toma como modelo su comportamiento, su actitud, sus valores, sus creencias... y aplícalo, de la forma que puedas, en el contexto que tú necesitas. ¿Cómo hacer esto? Si tienes la posibilidad habla con él, y si no, pues trata de acercarte, y de observarlo lo más que puedas. Aprende de él. Hay muchos libros con las biografías y anécdotas de personas que cuentan cómo lograron algo que deseamos y así nos muestran el camino corto, pues nos dicen qué debemos de evitar y de esta manera no gastaremos energía intentando algo que está probado no funciona.

-Escúchate. A todos nos pasa. De un lado tenemos un angelito que nos dice una cosa y de otro lado tenemos un diablito que nos dice que otra un tanto negativa. Anula a la molesta y negativa vocecilla interna que te dicta como actuar. Para desarmarlo imagina que tomas el control de la televisión y lo pones en mute.

- Piensa en el "cómo sería si...". Ante una situación concreta analiza como sería. Si tuvieras confianza, ¿cómo actuarías?, ¿cómo te moverías?, ¿cómo hablarías?, ¿en que pensarías?, ¿qué cosas te dirías a ti mismo? Preguntándote estas cuestiones, estás, literalmente, forzándote a imaginarte en un estado de confianza... ya lo único que tienes que hacer es "actuar" en función a las respuestas que te des.

Ser una persona segura de sí misma es una elección y un proceso que necesita tiempo y dedicación. Está en tus manos empezar a reconocerte o volver a hacerlo si es que has perdido esa costumbre. Vale la pena, porque tener confianza te permitirá llegar a dónde quieres llegar.

¡Ánimo! Y recuerda: ¡a sonreír, agradecer y abrazar tu vida!

¡Gracias por existir, compartir y estar!
★GraCiaS PoR SeR uNa Es TreLLa De LuZ eN Mi ViDa★
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