El planeta ante una crisis que pone en riesgo a la humanidad.
La demanda de energía cada vez es más alta, y esto ha generado grandes transformaciones en los ecosistemas y en los ciclos físicos y biogeoquímicos a escala global y local, destacan científicos. En la imagen, nubes cargadas de granizo se ciernen sobre Nebraska
Periódico La Jornada
Miércoles 4 de junio de 2014, p. 2
El planeta enfrenta una trágica situación ambiental. El calentamiento global, la alta demanda de alimentos y de energía, así como anteponer el desarrollo económico al social y al ecológico han generado que esté en una crisis que puede poner en riesgo la permanencia de la especie humana, señalaron especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En el foro Medio ambiente y alternativas, que se realizó ayer en el Palacio de Minería por el Día Mundial del Medio Ambiente, que cada año se celebra el 3 de junio, Mireya Imaz Gispert, directora del Programa Universitario del Medio Ambiente, afirmó que los efectos de la degradación ambiental han comenzado a pasar factura en la salud humana.
Dijo que más de 2 millones de personas mueren cada año en el planeta por causas relacionadas con la contaminación atmosférica, y que el consumo de agua contaminada está entre las principales causas de morbilidad y mortalidad.
Lamentó que aun cuando la humanidad, al igual que el resto de las especies, está sujeta a las mismas leyes y fuerzas de la naturaleza, se ha apropiado de casi dos terceras partes de la productividad primaria del orbe.
A ello se debe sumar que la demanda de energía cada vez es más alta, y esto ha generado grandes transformaciones en los ecosistemas y en los ciclos físicos y biogeoquímicos a escala global y local.
Dijo que los cálculos del Panel Intergubernamental para Cambio Climático señalan que para 2100 la temperatura de la superficie planetaria se incrementaría entre 3.7 y 7.8 grados centígrados, es decir, tres grados más del peor escenario posible estimado por ese grupo en su reporte de 1990.
Pero no es necesario esperar un siglo para vivir los efectos del calentamiento del planeta. Un reporte de la NASA, publicado el 12 de mayo pasado, señala que la contracción de los glaciares en la Antártida occidental ya cruzó el punto de quiebre y éste ahora es irreversible e imparable.
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