Increíble: Niña momificada hace 94 años abre y cierra los ojos todos los días (VIDEO)
Científicos descubrieron gracias a una filmación que la momia de una niña 2 años de edad que falleció de neumonìa hace 94 años, abre y cierra sus ojos todos los días. ¡Mira el impactante video!
Rosalina Lombardo, -también conocida como “La bella durmiente de Palermo”- era una niña italiana que en 1920, a la corta edad de 2 años falleció de neumonía.
Tras la tragedia, sus padres que no encontraban consuelo ni podían admitir la muerte de la pequeña, le encargaron al Dr. Alfredo Salafia, el embalsamador más famoso de esa época, que momificara el cuerpo de su hija.
Luego, el cadáver de Rosalía fue ingresado en las Catacumbas Capuchinas de Palermo.
Entre una inmensa cantidad de cuerpos encontrados en ese sitio hace algunos años, el de esta niña era el único que permanecía totalmente intacto, luciendo como si se hubiese congelado en el tiempo. De hecho, durante varios años se especuló con que era una muñeca usada para atraer a los turistas.
Para resolver la incertidumbre, un grupo de investigadores italianos pidieron realizarle una radiografía a la momia para comprobar que se trataba de un autentico cuerpo humano, y tras otorgarle el permiso, no solamente confirmaron que era auténtico, sino que además descubrieron que el grado de conservación que tenía era increíble.
Recientemente, una cámara programada para registrar imágenes cada 60 minutos fue posicionada para que enfocara el rostro de la niña, y sorprendentemente se descubrió que los ojos de Rosalía se abren y se cierran todos los días.
Según los expertos, no existe nada paranormal en este fenómeno, y que la pequeña mueva sus parpados luego de haber sido momificada hace 94 años tiene una explicación científica. Al parecer la variación de humedad en la tumba y los flashes de las cámaras fotográficas que registran las imágenes son los responsables de estos movimientos de los ojos. Sin embargo, hay quienes creen que este extraño efecto se trata de un milagro y que la pequeña es una Santa.
Sea como sea, el fenómeno no deja de ser sorprendente…
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