Cómo hacer que tus sueños se hagan realidad.!
Alguna vez has deseado ser capaz de hacer todo aquello que has soñado o deseado? La planificación para hacer que esos deseos se hagan realidad es fácil y te ayudarán a conocerte mejor. No hay excusa para no empezar ahora mismo. ¡Listo, arrancamos!
1¡Sé creativo! Si quieres cumplir metas, tendrás que dar todo de ti. ¿Quieres ser un chef de fama mundial? Imagínate a ti mismo haciéndolo de la manera más vívida posible y siéntete como uno de esos chefs. Ve a tu lugar favorito para comer y cuando no haya mucho trabajo, trata de hablar con el chef. Pregúntale cómo es tener esa vida y pídele consejos. Quizás desees obtener tu licencia de piloto privado. Deja ya los simuladores de vuelo y ¡ve a un aeródromo! Escucha los motores y habla con algún instructor de vuelo. ¡No te sorprendas si por casualidad te ves volando ese mismo día!
La clave es ser creativo y trazarte metas para lograr tus sueños. Al final verás que eran más fáciles de lograr de lo que pensabas, sobre todo si te diriges en esa dirección. Como se suele decir, “un viaje de 1,000 kilómetros comienza con el primer paso”.
Míralo como una meta. La palabra “sueño” o “deseo” nos hace pensar en nubes y en cosas, lugares y logros irreales. Tiene una connotación de algo altamente inalcanzable. En vez de verlo como un sueño, míralo como una meta. Uno puede trabajar para conseguir una meta, pero los sueños son solo el resultado de la fantasía y el escapismo.
Las palabras tienen mucho poder. Verás que hacer que tus sueños se hagan realidad tendrá mucho que ver con la manera en que pienses y en la que expresas cosas para ti mismo. Piensa en las metas que ya hayas alcanzado. ¡Este será solamente otro elemento en la lista!
Sé realista. Todos nosotros tenemos sueños o metas que en realidad no lo son tanto. A decir verdad son buenas ideas cuya motivación para realizarlas nunca jamás tendremos, porque no nos importa tanto. Muchos de nosotros queremos ser famosos y millonarios, pero ¿de verdad tomamos los pasos para que suceda? No. Así que averigua cuáles son las metas que realmente quieres y aquellas que solo suenan lindo.
Lo más probable es que puedas reconocer cuándo te apasiona algo. Si es algo en lo que piensas casi todos los días y no puedes imaginarte no teniéndolo en el futuro, podría ser algo a lo que tendrías que aferrarte, si no, descártalo. Solo son pensamientos innecesarios.
Cree en ti mismo. Aunque seguramente habrá otras personas que te ayudarán a hacer realidad tus deseos, serán solo tus decisiones y acciones las que harán que se cumpla. Ten presente que todo es posible, ¡incluso lo imposible!
Esta afirmación está respaldada por la ciencia: el pensamiento positivo nos hace sentir más exitosos, felices e incluso mejora nuestra salud.[1] Podría parecer como que estás empezando la casa por el tejado, pero en realidad solo te estás destinando al éxito. ¡Te lomereces!
No escuches a los demás. El mundo está lleno de criticones. A donde vayas, siempre habrá gente que te dirá que no podrás hacer esto o aquello. ¿Sabes por qué lo dicen? Porque saben que no lo pueden hacer. Afortunadamente, su incapacidad no tiene nada que ver con la tuya. Así que no los escuches.
Habrá algunos que van a ser francos contigo, lo cual es positivo. Si quieres ser la próxima gran estrella de Hollywood, pero actualmente estás lavando platos en Miami, será un arduo camino para conseguirlo. Esas personas te lo dirán, lo cual es bueno. Tus deseos y metas deberán tener un elemento de realidad.
Ten hambre por más. Como lo dice Les Brown: ¡Tienes que tener hambre! Ninguna meta dará sus frutos si no la quieres verdaderamente. De hecho, el deseo es en realidad gran parte de la batalla. Una meta que no anheles con todas tus fuerzas es solo un sueño, ¿recuerdas? Tu estilo de vida deberá estar proyectado para trabajar en pos de tus deseos.
Será importante que te rodees de otros que también tengan “hambre”. Para poder mantener la motivación frente a la adversidad, necesitarás una red sólida de personas que prácticamente estén hambrientos (por sus deseos, también). Busca algunas personas que piensen como tú para que todos juntos tengan hambre por más.
No esperes el momento adecuado. El momento adecuado no aparecerá cuando tengas la cantidad suficiente de dinero; no aparecerá cuando estés bien capacitado; no aparecerá cuando obtengas la aprobación de alguien más. El momento adecuado es ahora. Entre más temprano empieces, mejor.
No tendrás necesariamente que alcanzar tus sueños ahora mismo, no te pongas tanta presión. Ahora es el momento para empezar. No existe absolutamente ninguna razón para que no puedas empezar ahora mismo de alguna manera.
us metas deberán ser específicas y fijas. Para que tus deseos se vuelvan realidad, tendrás que verbalizarlos. ¿Qué quieres exactamente? Tus metas podrían ser dinero, amor o simplemente una vida feliz, pero ¿qué significan esas palabras para ti? Sean cuales sean tus deseos, haz que esas metas sean tu visión y misión.
Procura que sean lo más tangibles posible. El deseo de “ser famoso” no será suficiente. ¿Quieres estar en una película, en el escenario o solo en YouTube? Entre más específico seas, más claro será el camino para alcanzar tus deseos.
Haz que tus metas sean una prioridad. Si verdaderamente quieres alcanzar algo, dirige todos tus esfuerzos para que sucedan. Deberá ser algo en lo pienses apenas te despiertas y en lo que pienses antes de irte a dormir.
Por ejemplo, si tu meta es ser independiente económicamente y te topas con una gran oferta para una televisión de pantalla gigante, toma en cuenta lo siguiente: ¿acaso un televisor económico te ayudará a ser independiente económicamente? ¿Acaso depositar esa suma de dinero en una cuenta de ahorros con intereses será más acorde a tu meta? En un año, tu televisión barato costará 25% de lo que hayas pagado. Ese dinero, invertido en una cuenta de ahorros, valdrá más del 100% de lo que valía al inicio. Si el precio inicial de esa televisión era $1.000, estarás más de $750 más cerca de tu meta.
Lleva un registro de tu progreso. Lleva un cuaderno y cada noche revisa las notas del día anterior, anota lo que hayas hecho ese día para estar más cerca de tu meta y lo que tienes pensado hacer el día siguiente. Hacerlo te ayudará a ver tu progreso y a mantenerte motivado.
Anota las cosas que hagas que te acerquen a tu meta. Será importante que te des el crédito por los logros grandes y pequeños.
Anota también las cosas que te hayan distanciado de tu meta y reflexiona sobre ellas con honestidad. ¿Fue algo que no pudiste evitar (porque ayudaste a un familiar en aprietos) o te descarrilaste del camino para “comprar la televisión”? Desarrolla un plan para volver a encaminarte.
Incluye a otras personas en tus sueños. Si bien tus familiares, amigos o socios no comparten los mismos sueños, son un apoyo valioso. Habla con ellos, compárteles tus sueños y explícales cómo pretendes lograrlos, porque podrían tener ideas que podrás hacer. Quizá tengan sus propias ideas que también puedan ser compatibles con las tuyas.
Cuando te abras a los demás, prepárate para escuchar honestamente lo que te digan. No siempre será aquello que quieras oír, pero tener otros puntos de vista será algo muy valioso.
Como con todo en esta vida, hacer tus sueños realidad será una tarea mucho más difícil cuando se intenta en solitario. Esas personas podrán ayudarte además de escucharte con atención. Es más, ¡serán un gran apoyo! Si tiras la toalla, te animarán para que vuelvas a tomar las riendas.
Elimina las distracciones. Si hay un alboroto a tu alrededor (aunque esté solo en tu mente), no harás nada. De hecho, las distracciones mentales son las peores. Además de despejar tu mundo, despeja tu mente. Sea cual sea tu método para concentrarte (ya sea no saturarte demasiado con las amistades, no ir de compras o solo apagar la televisión), hazlo.
En ocasiones, tenemos que estar en el lugar correcto para que las cosas se alineen. Ya sea el trabajo, las relaciones o solo la vida, las cosas nunca se ordenarán hasta que nosotros nos ordenemos. Tendrás que conquistar todos los demonios mentales que tengas. Antes de que algo te salga bien, tú tendrás que estar bien primero.
Parte 3 de 3: Definirlo
Ten una estrategia flexible. A medida que vayas trabajando para que tus sueños se vuelvan realidad, verás que algunas maneras que pensabas que iban a funcionar, no lo harán. Si no ves la recompensa en tu trabajo (sea cual sea), déjalo. Opta por el plan B. No tiene sentido repetir una y otra vez algo que no te acerca más a tu meta.
Toma tus acciones como un plan de negocios, después de todo, tú eres tu propio negocio, hagas lo que hagas. Los planes de negocios siempre necesitan ajustes. En ese cuaderno que llevas, estarás anotando lo que funciona y lo que no. A medida que vayas avanzando, detecta lo que funcione y expande esas tácticas. Será la única manera de tener éxito.
Pierde el objetivo de vez en cuando. Tener grandes metas no es para los débiles. No todos aspiran a la grandeza porque implica hacer cosas agotadoras y casi siempre frustrantes. Ten presente que no tiene nada de malo perder el objetivo de vez en cuando, porque es una gran hazaña. ¡Felicidades por intentarlo! Recuerda que podrás tomar un descanso ocasionalmente siempre y cuando regreses más revitalizado que antes.
Solo si te encuentras perdiendo el objetivo constantemente, deberás reexaminar tus sueños. Si no estás motivado la mitad del tiempo, tómalo como una señal. Quizá no sea el momento. En ocasiones las metas tienen que quedar en segundo plano.
3-Desarróllate. Para que tus sueños se vuelvan realidad tendrás que tomar medidas en diversos puntos de tu trayectoria. Tómate el tiempo para desarrollar las habilidades que necesitarás para acercarte más a tus metas. ¡Verás que todo el proceso será más rápido y fácil!
Por ejemplo, si quieres ser adinerado, no tendrás que aprender únicamente a ganar dinero, sino también a administrarlo.
Si quieres tocar la guitarra de rock, desde luego tendrás que tomar clases, pero también aprende a construir un amplificador o aprende las diferencias entre un micrófono dinámico y de condensador.
No te limites. Una gran meta digna de ti probablemente tome un buen tiempo. Si no la alcanzas con la facilidad que esperabas, no te rindas. Decirte que harás esto y aquello durante seis meses no te hará ningún favor. Si lo vas a hacer, inténtalo a lo grande o regrésate a tu casa. Da el 120% de ti, no la mitad de lo que eres capaz.
Realmente es tentador dar solamente el mínimo esfuerzo de lo requerido para que al final, si fracasas puedas decir: “Bueno, nunca di mi mejor esfuerzo”. En primer lugar, es mentira. No te llevará a ninguna parte. Nada deberá limitarte, mucho menos tú mismo.
Prepárate. Para que tus sueños se vuelvan realidad, en parte tendrás que estar preparado para cuando suceda. Por ejemplo, si quieres conocer a alguien especial, pero te has descuidado mucho físicamente, podrías conocer a esa persona, pero podría no estar tan interesada en ti. Antes de estar en una posición en donde tu sueño se vuelva realidad, tendrás que hacer el trabajo preliminar:
Ponte en forma. Sí, es verdad, no se puede juzgar un libro solo por su cubierta. Pero por otra parte, si la tapa de la cubierta está manchada de grasa y tiene restos de lechuga, nadie lo elegirá. La gente optará por el libro limpio y en buen estado.
Pierde el equipaje del pasado. Si has hecho tu trabajo, te has puesto en forma y por fin esa persona especial se fija en ti, pero no puedes evitar hablar de tu ex sin cesar, todo el trabajo será en vano. Prepárate mentalmente para ese momento y deja el pasado donde pertenece: en el pasado.
Persevera. Sea cual sea tu meta, ya sea algo grande o sencillo, tendrás dificultades en el camino. Reconócelas y adapta tu meta o plan para encarar el problema para seguir adelante.
La realidad es como un mapa, por ejemplo, si tu meta es llegar a tu destino en auto en 3 horas y un árbol bloquea el camino, no te detengas ahí. Por lo menos tendrás tres alternativas:
Busca una ruta alternativa.
Espera hasta que saquen el árbol.
Ve a casa.
Si bien no llegarás a tu destino en 3 horas, podrás reiniciar tu meta para que sea solamente llegar a ese destino. Conseguir algo implica pensar de manera no convencional.
Tendrás que saber cuándo cambiarlas. El tiempo nos cambia y las circunstancias podrían ser otras. Aferrarte a una meta que ya no tiene sentido será por lo menos contraproducente. Por ejemplo, si tu objetivo era ser un jugador profesional de la NBA y por culpa de una lesión es imposible, seguir enfocado en esa meta solo te traerá frustración o ira, las cuales no son metas que valgan la pena.
Asimismo, a veces cambiamos. Recuerdas cuando querías ser paleontólogo cuando tenías 7? Los sueños se esfuman, la gente cambia. Si es algo que ya no quieres, sé honesto contigo mismo. ¡No tienes que sentirte avergonzado en lo absoluto si decides abandonar un sueño para tomar otro!
Consejos
Nunca deberás abandonar tus sueños, aunque los demás no piensen que sea lo más “cool”. Deberás seguir soñando hasta que tu deseo se vuelva realidad. Cree siempre en tu sueño y en ti mismo.
¿Estás haciendo esto por ti mismo o para otra persona? Esto determinará si te apegarás a lo que hay que hacer para conseguir lo que quieres.
Ten paciencia. Tendrás que seguir practicando para mejorar. Hay que seguir intentándolo, aunque fracases las primeras veces.
Si completas todos los elementos de la lista, ¡enhorabuena! Ahora podrás comenzar una nueva lista con muchos deseos nuevos. La vida está llena de oportunidades.
No sigas tus sueños, persíguelos.
Advertencias
Al estar trabajando para hacer las tareas necesarias para lograr tu sueño, es posible que durante el camino descubras que no lo deseabas realmente. No te desanimes, ya que podría conducirte a un nuevo sueño o a ayudarte a conocerte mejor. Los errores son parte del aprendizaje de la vida y muchas veces nos dicen más acerca de lo que queremos y de lo que realmente somos que las cosas que ganamos con facilidad.
Los deseos se consiguen con trabajo y persistencia. Por lo general, no son cosas que se realizarán instantáneamente. Sé paciente y tenaz.
No desees cosas inalcanzables, sino te sentirás decepcionado al no lograrlas. Procura que sea algo factible y dentro de los dominios de la realidad humana.
Es posible que haya más que hacer de lo que pensabas inicialmente, pero entiende que es un proceso iterativo.
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