Cómo depurar el hígado y la vesícula para evitar cálculos biliares.


Nunca nos detenemos demasiado a pensar en qué tipo de cuidados necesitan nuestro hígado o vesícula hasta que es demasiado tarde. Hasta que aparece el hígado graso o, por ejemplo, los temidos y dolorosos cálculos biliares. Es importante tener en cuenta que la población de los países desarrollados seguimos, por lo general, una dieta tan inadecuada como dañina.

La obesidad, el colesterol, el elevado consumo de la llamada “comida chatarra” llena nuestro cuerpo de toxinas y genera serias alteraciones en las funciones de nuestros órganos. De ahí los problemas hepáticos y las dolencias en la vesícula biliar.

¿De qué manera podemos depurar el hígado y la vesícula para evitar los cálculos biliares o cualquier otra enfermedad asociada? Te lo explicamos a continuación.

La importancia de depurar el hígado y la vesícula.

No importa la edad que tengas, no importa si tienes sobrepeso o disfrutas de un peso adecuado. La importancia de disponer de una buena salud hepática es esencial para todo nuestro organismo, para sentirnos bien y prevenir numerosas enfermedades, incluidas aquellas que  también afectan a la vesícula.

¿Sabes por qué suele enfermar normalmente nuestro hígado? Ten en cuenta esta serie de datos:

El consumo regular de azúcar, de cafeína o harinas blancas refinadas hacen que todas la vitamina B que obtenemos a través de los alimentos se reduzcan, lo cual deriva en que produzcamos menos ácido clorhídrico, básico para poder hacer adecuadamente la digestión.
Cuando un alimento no se procesa de forma adecuada y no se digiere, aparecen los gases y la descomposición, generando una serie de tóxicos que van a pasar de la pared del intestino directamente al torrente sanguíneo. Todo ello va a acabar saturando e intoxicando además nuestro hígado.
¿Y qué hay de nuestros intestinos? ¿Sabes lo importante que resulta su salud para nuestro organismo? Como ya sabes, en ellos se encuentran esas bacterias tan saludables que nos ayudan a procesar los nutrientes, a eliminar lo que no necesitamos… Sin embargo, con una mala alimentación e incluso con el abuso de antibióticos o determinadas medicaciones, estas bacterias se destruyen y se eleva el crecimiento de las bacterias nocivas.  Todo ello hace que nuestro colon enferme y que las toxinas se acumulen nuevamente en el hígado.
Un organismo donde hay un exceso de toxinas y donde existe además un índice elevado de grasas deriva siempre en un nivel de colesterol malo que altera muchas de nuestras funciones básicas, siendo las de vesícula biliar algunas de ellas. Los cálculos biliares son recolecciones de colesterol que pueden originarse tanto en este órgano como en los conductos biliares del hígado. Es importante tenerlo en cuenta.
Cómo depurar el hígado y la vesícula
1. Una cucharada de aceite de oliva con jugo de limón en ayunas.

Basta con 3 gramos de aceite de oliva con 4 gotitas de jugo de limón, un remedio ancestral que nos va a ayudar a desintoxicar el hígado y la vesícula y a reducir su sobrecarga. Los ácidos grasos presentes en el aceite de oliva junto con los antioxidantes y las vitaminas de limón se alzan como grandes reconstituyentes de estos órganos, por lo que los deberemos tomar siempre en ayunas nada más levantarnos.

¿Te animas?
2. Un vaso de jugo de manzana en tus desayunos.

La manzana es ideal para depurar el hígado y para fortalecerlo. Su secreto reside en su alto índice de vitaminas y sobre todo en la pectina, perfecta para remover materiales pesados de este órgano y optimizar la función hépática.

Tampoco debemos olvidarnos del ácido málico presente en el jugo de manzana, el cual nos ayuda a limpiar los conductos biliares y a eliminar los posibles cálculos que puedan instalarse en esta zona. Gracias al efecto fermentador del jugo de manzana, los conductos biliares se expandirán y favoreceremos así la circulación de la bilis. Para ello, no dudes en lavar bien la manzana para después, pasarla por la licuadora. De este modo nos podremos beneficiar también de su piel.

3. Un jugo de toronja o pomelo al mediodía.


Seguro que has pasado esos días en que te sientes hinchada, en que te cuesta hacer la digestión y que tienes gases. Un modo sencillo de resolver este problema es tomando un vaso de jugo de pomelo o toronja recién hecho. Es magnífico para depurar la grasa del hígado y la vesícula biliar. Su alto contenido en flavonoides, antioxidantes,y enzimas nos ayuda a disolver y prevenir los cálculos biliares, depurando el hígado y la vesícula eficazmente.

Recuerda siempre tomarlo o bien en tu desayuno o después de tu almuerzo. Te ayudará a hacer la digestión.

4. Recomendaciones alimenticias.

  • Para depurar adecuadamente el hígado y la vesícula, debes restringir por completo el consumo de alimentos procesados, congelados, harinas refinadas, azúcares, sal, alcohol y bebidas con gas.
    • Evita las bebidas frías, puesto que impiden la correcta depuración del hígado. Mejor el agua tibia, los jugos tibios… Todo a temperatura ambiente.
    • Evita las carnes rojas y los lácteos.
    • Bebe dos litros de agua al día.
    • Evita el consumo elevado de medicamentos, nunca te automediques ni recurras demasiado a los antibióticos.





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