Mi super Mamá!! Que con orgullo ha sabido ser padre y Madre a la vez "TE QUIERO MAMÁ! Felicito a todas las Mujeres!! Que lucha, que aman que vibran que sienten!! Ser madre soltera es también un orgullo!!
ADVERTENCIA
Aquí digo en positivo inclusive cosas que yo no hice, sin embargo tuve la suerte de que en medio del camino hubiera gente buena que me ayudó a abrir los ojos y a cambiar de actitud.
Hay muchas razones por las cuales una mujer quiere quedar embarazada, sin embargo no es madre quien quiere sino aquella a quien Dios se lo regala.
Lección 1: Acepta lo que te ocurre
Este fue el paso más difícil para mí. Para mujeres más evolucionadas seguro que no tanto.
Acepta que te falló el método. Acepta que contaste mal. Acepta que el hombre no se siente comprometido. Acepta que es una vida la que crece en tu vientre y nada, ni siquiera tu serenidad justifica la muerte de ese ser que es parte de ti. Ni siquiera tu serenidad, porque siempre recordarás que asesinaste a quien debías proteger. Ni siquiera tu serenidad, porque en un país en donde el aborto es ilegal, practicarse uno es siempre un riesgo de vida.
Acepta lo que te pasa con serenidad. Eres una mujer adulta, que corrió un riesgo.
O por lo menos procura no darle más vueltas al asunto, es un hecho, esperas un hijo. Sin más… no le des más vueltas. Haz como Scarlett O’Hara en “Lo que el Viento se llevó”, piensa en “eso” después, ahora no hay tiempo
Lección 2: Previsiones Económicas
Para los embarazos no buscados es muy probable que no estés preparada económicamente. No te angusties por buscarte un seguro: los seguros no aceptan pre-existencias y no te van a atender este embarazo. Busca una clínica no muy cara: hay muchas, o ve al Seguro Social si tienes acceso a él, tiene mala fama, pero la atención es excelente.
La mayoría de los embarazos son de poco riesgo, un ginecólogo normal te puede guiar. No escatimes en vitaminas y fierro. No escatimes en ir a consultas si te sientes mal.
Los primeros meses no se necesita ropa especial: usa tu misma ropa, no gastes en cosas superfluas. Los antojos suelen ser habituales luego de los tres primeros meses. No te los niegues, pero tampoco abuses.
Ahorra lo más que puedas, sin poner en riesgo tu seguridad y tu salud. Ahora para ti, tú eres lo más importante del Universo porque llevas dentro una vida nueva. Cuídate, mímate, y toma precauciones respecto al dinero sin angustiarte, pero sin dormirte.
Lección 3: No te quedes sola.
Encuentra alguien en quien confíes para que sea la primera persona en saber la noticia. Ir sola a las consultas ginecológicas, mientras ves a las parejas felices esperando a tu lado y tú sola son muy deprimentes, y el embarazo de por sí trae un poco de depresión en algunas mujeres.
No te dejes, toma previsiones. Llama a una amiga, una hermana, un hermano, un primo, tu mamá, tu papá, y si es posible ¡todos a la vez!!!. Por muy fuerte que seas, es mejor prevenir que lamentar.
Un nuevo romance a estas alturas es difícil: no estamos muy atractivas, no estamos en nuestros completos cabales, una ruptura nueva puede doler más que limón en la herida abierta. Pero no te cierres. Manténte relajada en este aspecto también. Si se te acerca un hombre bueno es mejor no empezar nada hasta que salgas de la alteración de las hormonas, pero tampoco cierres el corazón: si es para ti, te entenderá y te esperará.
Casarse con quien sea para que te reconozcan al hijo es una gran idiotez justificable únicamente en tiempos en los que las mujeres éramos un mueble más y no nos podíamos valer por nosotras mismas. No vuelvas a cometer un error. Deja el amor de pareja en suspenso durante estos meses: no cuesta tanto, hay demasiadas cosas en qué pensar ahora.
El no te quedes sola no quiere decir que te busques un hombre. Si no que te rodees de amor: del amor de tu familia, del amor de tus amigas, del amor de los demás.
Lección 4: Ilusiónate con la llegada.
A mí me sirvió mucho invertir en una clase de yoga para embarazadas que fue una maravilla. El respirar con el niño dentro, el sentirlo moverse libre cuando me relajaba. Esos momentos de comunicación madre- hijo fueron maravillosos para mi.
Puedes buscar ejercicios de respiración yoga en internet y hacerlos en casa, sola o con alguien de tu entorno cercano. Compartir con otras embarazadas es estupendo, pero evita hacerlo con parejas felices: por muy alegre y optimista que estés suele ser deprimente y en este estado no necesitas sentimientos tristes.
En mi caso, aparte de las clases en las noches, cuando iba a dormir, ponía un CD de música relajante y colocaba mi mano sobre el vientre y me unía a mi hijo. Sentía una fuerte corriente de amor. Un amor que fue creciendo hasta que la espera parecía eterna y sólo pensaba en verle la carita.
Ama a ese ser que viene para ti. Esa criatura que no has pedido, pero que te ha sido dada. Piensa que viene para bien.
Cuando tu barriga esté grande y hermosa (6, 7 u 8 meses) dile a tus amigas que te organicen un té de bienvenida a tu bebé. Es una costumbre maravillosa y curativa.
Arregla tu habitación, hazle un sitio especial, aunque no tengas muebles, dibuja en tu mente dónde irá la cunita. No hay nada más maravilloso que ver la cuna y arreglar sus primeras ropas.
Haz todo lo posible por ilusionarte con la espera. Permanece atenta a los pensamientos entristecedores o negativos, si los ves aparecer en tu mente como un moscardón, atrápalos, inúndalos de pensamientos positivos y deja todo lo malo “para otro día”. Ahora lo único que importa es la salud física y espiritual de tu hijo o hija.
Haz listas de posibles nombres. Cuenta las semanas. Hazte ecografías en 4D para verle la carita. Háblale a todo mundo de tu felicidad. Esto hará que la gente te pregunte menos cosas y se alegre contigo.
Lección 5: La gente
A mí me sirvió mucho una cosa que comparto. Al primero que me preguntó “¿y de quién es?” le dije, sin dudarlo, serena y tranquila: “mío y del Espíritu Santo”. La reacción es una sonora carcajada por parte del interlocutor y de inmediato añadí: “de qué te ríes ateo descreído, hombre de poca fé”… y fue suficiente. Todos lo tomaron a la broma y entendieron perfectamente que yo no les iba a decir nada
Hay personas a las que obviamente hay que decirles todo. Quién es el padre y qué opina al respecto (o si no opina nada). Con alguien hay que hablar “mal” del sujeto, jajaja. Pero sin abusar, porque la rabia es buena en su medida (la rabia es mejor que la depresión, pero la felicidad es mejor que la rabia: seamos felices). Hay que superarla y concentrarse en el milagro que está sucediendo en tu vientre.
La familia es probable que se sienta decepcionada. Tu papá y tu mamá posiblemente han soñado con llevarte de blanco al altar del sacrificio de tu virginidad. Y aceptar que tienes vida sexual sin haberte casado es duro. Pero lo terminan asumiendo. Su amor por ti es siempre más fuerte que los prejuicios ridículos de nuestros tatarabuelos.
Tranquila, si te han gritado o dicho cosas horribles perdona sin dudar: están en shock.. ya se les pasará. Uy, y cuando vean al nieto!!!!! Cuidado, que lo quieren más que a ti!!!! Y ya te veo con el hocico largo con celos porque tu mamá ya no llama a preguntarte cómo estás tú, sino cómo está el bebe. Es hermoso, el milagro de la vida abre los corazones, y mucho más los corazones de nuestra familia que nos ama tal como somos.
Lección 6: Aprende en pellejo ajeno y dale tiempo al tiempo.
No tomes decisiones radicales mientras estás embarazada. Muchas veces durante el embarazo y los primeros meses nuestra mente no funciona conclaridad. Oigamos a los que nos aman y demos tiempo al tiempo.
Es decir, es mejor no mandar pegar al padre de tu hijo : – ), no mandarlo al diablo for ever. No llamarlo, no escribirle: olvidarte de él, ya llegará el momento. Lo más probable es que él esté en shock, o si es un hijueputa de los que hay, pues mejor no estar cerca de alguien así. Sea cual sea el caso, déjalo en “suspenso” hasta que te sientas mejor (usualmente un mes y medio después de dar a luz).
No hay nada que el tiempo no arregle. Sobre los temas jurídicos de reconocimiento del niño, toma una decisión consultando a tus más íntimos y si es posible a expertos legales. En mi país la legislación permite ponerle el apellido del padre sin que implique reconocimiento. Piénsalo bien.
Yo opté por no decir quién era el padre. Fue mi decisión porque pensé que si el hombre no quería al niño, qué ganaba yo diciendo que es suyo… y si un día el hombre reacciona, puede reconocerlo y los papeles se arreglan. Mi opción es siempre la libertad: todo lo que tengo y recibo es porque me lo dan con amor y libertad, incluido mi hijo. Yo no necesito obligar a nadie a nada. Pero es mi decisión. Gente muy cercana a mi optó por soluciones diferentes.
Ahora que ha transcurrido el tiempo (y pasado el estado puerperal) pienso que si su padre recapacita y decide comprometerse y asumir su paternidad no se lo pienso negar. Bienvenido sea. Le arreglamos los papeles. Pero será hijo de un padre y una madre que lo aman, que lo aceptan, que lo quieren parte de sí mismos y de su familia. Si no, no.
Sin embargo hay algo que también debes tener en cuenta: los derechos alimenticios y sucesorios del niño. Si tu situación económica personal y familiar no te permiten darte el cuidado que te mereces mientras gestas y no le puedes garantizar salud a tu hijo, ¿qué dudas tienes? Acude a un abogado lo antes posible. Un examen de ADN y tenemos pensión de alimentos, reconocimiento y derechos sucesorios. No existe la renuncia en derecho ajeno y si tu orgullo no te garantiza salud y seguridad, ponlo a un lado: lo único que importa es tu hijo.
Finalmente si no tienes nada positivo (o no se te viene a la memoria nada bueno sobre el hombre que te hizo madre) qué decir a tu hijo de “él”: no le digas nada. No envenenes a tu hijo, no le enseñes a renegar de su sangre. Ya con el tiempo te darás cuenta que ese hombre (el que te regaló a tu hijo) ha sido parte de un plan maravilloso de Dios para hacerte madre. Sin él no tendrías a esa criatura hermosa que te hace feliz cada día con su sonrisa, con sus manitos, con sus besos, con sus “mamá”… ¿no sientes que se te derrite el corazón cuando te mira y te dice mamá? ¿o cuando duerme en tus brazos confiado y seguro de que contigo, en tu regazo es en donde está más seguro que en todo el universo? Ya, es que todavía no le has visto la carita… pero después de lo que te he contado ¿no sientes que quieres que el tiempo vuele y te traga ¡¡ya!!! a tu bebé? Dale gracias a Dios todos los días, por todo, porque las cosas mi querida amiga van a salir mucho mejor de lo que te puedes imaginar.
Lección 7: Cuidado de tu salud.
Los malestares de los primeros meses tienen (a mi parecer) un poco de relación con el engreimiento. Yo no tenía quién me mantenga y tenía que cuidar mi trabajo. No falté un solo día a la oficina por malestares. Sentía náuseas que arreglaba con limón y agua mineral: son mágicos.
Las piernas se hinchan, así que puedes conseguir una banca o una pila de guías telefónicas para poner debajo de tu escritorio. Vas al baño más de lo habitual, así que si te pueden situar cerca del baño, mejor.
Cuando los meses avanzan, se sienten calambres nocturnos (y aquí una entiende para qué sirven los maridos). Lo que yo hacía era ponerme en posición fetal y estirar la pierna afectada lo más posible, manteniendo esa posición (estirada), marcaba el celular de mi madre, ella ya sabía que al oir el pitido tenía que correr a mi cuarto y me hacía el masaje respectivo. Hice esto porque a veces los gritos no salen por el dolor, y si no hago el estiramiento el calambre avanza y el dolor es más fuerte. Así que la combinación: postura fetal/ estiramiento + llamada al celular me ayudaron mucho en esos meses de calambres.
Bebe muchos lácteos y toma las vitaminas que te receten: no te preocupes del sobrepeso, eso ya pasará. Suele perderse mucho peso en la lactancia. Te recomiendo que des de lactar por varias razones, entre ellas el perder peso, el que tu útero se recupera mejor del embarazo, el que es más barato que la leche en polvo y el más importante: tu hijo crece sano y fuerte y se crea un lazo entre los dos muy hermoso.
No te deseo buena suerte, porque el hecho de que hayas sido bendecida con el don de la maternidad ya me indica que eres una mujer con mucha suerte y que tienes todos los dones del universo para ser feliz y para criar una persona maravillosa. El mundo le dirá a tu bebé: bendita la madre que te trajo al mundo … y no sabes cuánta razón tienen, estás bendecida, eres especial: créetelo.
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