Las 3 verdades de una Mujer con cesárea.

Tres verdades sobre las madres que han pasado por una cesárea.

FOTO VIRAL: bebé que yace junto a la herida de cesárea de su madre impacta en la redes sociales

Foto: Facebook/Helen Carmina Photography

1. Son valientes .
La preparación para la cesárea no es coser y cantar. Muchas veces,
 la pareja de la madre no tiene permitido entrar o sólo puede hacerlo
 después de que le hayan administrado la epidural y de que todo el
 mundo esté en sus puestos. Esto significa que mientras los médicos
y enfermeros pululan por allí, preparando la sala de operaciones para
 el parto (quizá hablando de la comida o de la película que vieron el fin
 de semana), una mujer embarazada espera en una mesa de operaciones
 pensando en lo que tiene por delante, a menudo asustada y a menudo
sintiéndose muy sola. En esos momentos, esa mujer saca toda la fuerza y el amor que siente
 por su bebé. Primero la inunda el miedo… y luego lo aleja de sí. Sabe
 que en ese momento, eso es lo mejor para su hijo, aunque lo mejor
 signifique una cirugía, con heridas y cicatrices de verdad. Aunque lo mejor
 signifique apartar un sueño o una visión que llevaba nueve meses construyendo
en su cabeza.
Si nunca te han practicado una cesárea, te animo a que te imagines la
 dura realidad de esos momentos. Ponte en su lugar, en esa mesa,
esperando, probablemente aterrorizada. Cuando lo hagas, creo que
 te darás cuenta rápidamente de lo valientes que son las madres.
2. Son fuertes.
No hay muchas madres que puedan decir que la cesárea fue lo primero
que se imaginaron al pensar en el parto. Las cesáreas son una necesidad
médica en la mejor de las situaciones; en el peor de los casos, puede ser
 por una práctica anticuada del doctor o por su interés.
Algunas madres tienen semanas para mentalizarse de un cambio en sus
 planes, pero muchas sólo tienen días, horas o incluso minutos. De repente,
 todo lo que se imaginaban cambia. Sus planes de parto se han ido al garete.
 Les espera una cirugía. No saben cuánto tendrán que esperar hasta poder
 sostener al bebé en sus brazos.
Los seres humanos no solemos tolerar bien las situaciones de cambio repentino.
 Y aun así, las madres encuentran el modo de dejar su orgullo y conectar con
una fuerza interna que les permite aceptar la alternativa y dar a luz a su hijo.
Pero luego viene la operación en sí. Los cortes y las suturas. A veces tienen que
 pasar meses para que la madre se recupere por completo. Y aunque tras pasar
por el quirófano a todo el mundo le gustaría tumbarse con una gran tarrina de
helado y ponerse a ver películas como si no hubiera mañana, las madres hacen
 justamente lo contrario. Tienen que dar el pecho, criar, querer a sus preciosos
 bebés, que necesitan el vínculo con su madre.
Tanto física como emocionalmente, estas mujeres son MUY fuertes. Además, su
 fuerza no sólo se observa en el parto; su fortaleza tiene que durar semanas
y meses y años, mientras se les cura el cuerpo y el alma, y conciben nuevos
 sueños con sus pequeños en brazos.
3. Son bellas.
Ser madre deja muchas cicatrices. Algunas son psicológicas y otras físicas. Las
 madres que han pasado por una cesárea suelen tener ambas. Pero sus cicatrices
 son recuerdos potentes de la fuerza y la valentía que mostraron cuando trajeron
 a su hijo al mundo. Estas cicatrices son la puerta por la que pasaron sus hijos
 cuando dejaron un mundo para entrar en el siguiente.
Me cautiva lo diferente que es cada cicatriz: la textura, la longitud, el lugar.
Precisamente como cada cicatriz es única, así es cada historia de cada madre.
 Me apasiona la forma en que las cicatrices cambian con el tiempo: cómo se
 difuminan, cómo crecen, cómo se curan. Estas cicatrices son bellas, son
 motivo de alegría. En vez de esconderlas con vergüenza, hay que animar a
 las madres a enseñar al mundo sus cicatrices de fuerza y coraje.

Cómo decidimos traer a nuestros bebés a este mundo es algo muy personal y no existe forma correcta o incorrecta para hacerlo ya que como mamás, todas nosotras tenemos un único objetivo en mente, el cual es garantizar la salud y el bienestar de nuestros hijos. Aunque yo he tenido la oportunidad de tener a mis hijos por medio de parto natural, mi mamá y otras mujeres cercanas a mi han tenido cesárea y su valentía merece un gran respeto.

Las cesáreas no creo que sean la primera opción para dar a luz para muchas mujeres pero generalmente hay algo que nos hace considerar tener una, como el hecho que te digan que tu bebé está en riesgo. Aunque muchas veces nosotras optemos por un cierto método para tener a nuestros bebés, no todo siempre sale como lo planeamos. En mi tercer parto estuve a punto de tener una cesárea si no progresaba, ya que se me había roto la fuente casi 24 horas antes de dar a luz. Esto preocupaba mucho a la partera y a las enfermeras del hospital y yo hubiera estado dispuesta a proceder con tal de que mi bebé no sufriera y no tuviera complicaciones al nacer.

Durante la recuperación de mis partos vaginales, a veces me pregunto cómo le hacen las mamás que tuvieron cesárea para sobrevivir la cuarentena y en realidad pienso que se necesitan muchas cualidades y atributos para regresar del hospital con bebé en brazos y con una herida que sanar. Y es que como dicen por ahí, “las mamás que dan a luz por medio de cesárea son las heroínas de las que no se habla.”

Por esta razón, aquí les comparto los 3 atributos más grandes de las mamás que dieron a luz por medio de cesárea:

Según un artículo publicado en al diario Mirror, una fotografía de una recién nacido que yace junto a la cicatriz de la cesárea de su madre se hace viral en la redes sociales. 

La imagen ha causado un gran impacto,  ha sido vista más de 11.5 millones de veces y ha tenido cerca de 200 mil “likes” en Facebook. 

La fotógrafa, Helen Aller, de 29 años, tomó la imagen en blanco y negro de la mujer y su recién nacido acostado junto a su herida, tres días después del nacimiento de la criatura. 

La nueva madre, que no quiso ser identificada, estaba aterrorizada de tener una cesárea, pero quería que se tomara la foto, ya que esta operación le salvó la vida a su hijo. 

Helen, de Guersey (Canal de la Mancha), a menudo toma fotos de recién nacidos y sus madres, pero dijo en su perfil de Facebook que no estaba preparada para la reacción que causó esta fotografía. 

Con muchos en contra y otros a favor, algunos la han catalogado como una imagen pornográfica, e inclusive alguien la reportó como una foto inapropiada en Facebook, pero el sitio decidió no quitarla, reportó el Mirror. 

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