22 Consejos para las mamás de niños varones.
Los niños varones al igual que las niñas no se crían solos. Para formar a un verdadero hombre capaz de amar y ser amado, es necesario exigirte a ti misma y desarrollar en él lo mejor que hay en ti.
En esta oportunidad genial un gurú publicó algunas reglas que seguramente ayudarán a las madres a criar especialmente a hijos varones sanos, aunque se aplica perfectamente para ambos sexos.
1.Enséñale a tu hijo a expresar sus emociones con palabras
El niño debe poder gritar de desesperación, esconderse al sentir timidez o llorar por miedo. Explícale que esas son emociones normales que a veces se apoderan del cuerpo (como por ejemplo, a veces es imposible no llorar). Conversa con el niño acerca de sus emociones. Cuando crezca ya sabrá la diferencia entre la ira y la desesperación, entre la decepción y la tristeza, ya habrá aprendido a controlar sus emociones y expresarlas de manera adecuada.
2.Conviértete en su fan número uno
Lo más probable es que lo hagas sonrojarse si empiezas a cantar la canción que toca su banda en el cole, muestras sus fotografías más “vergonzosas“ a las chicas o sus medallas menos merecidas a las visitas, es posible que sienta algo de bochorno si escribes acerca de él en tu blog o cuentas a tus amigas cómo le va en la escuela, y es muy posible que un día te diga ”mamá, detente“. Se sonrojará, sí, pero sabrá que al menos una persona en el mundo estará siempre de su lado, será su fan número uno, pase lo que pase.
3. Enséñale a tu hijo a limpiar, cocinar, lavar su ropa y plancharla
Es importante que él sepa que como un miembro más de la familia, debe ser parte activa de su propio cuidado. La época en la que las mujeres hacían todo pasó hace mucho tiempo y si en tu casa eso no sucede, en la suya posiblemente sí lo haga.
4. Léele libros y lée con él
Los niños se convierten en lectores en el regazo de sus padres. El niño debe ver que tú también lees. Cuéntale acerca de tus libros y personajes favoritos. Explícale por qué es tan importante leer, y lée junto con él, y después conversa con él acerca de lo leído, inventen finales alternativos juntos, dibujen sus historias favoritas. Enséñale a expresar su punto de vista.
5. Si baila, ¡apóyalo!
La música, el ritmo y la danza son lenguajes universales, y tener el control sobre su propio cuerpo es una habilidad muy importante para un buen desarrollo psicomotriz. Baila con él, y aliéntalo aunque él mismo no baile muy bien.
6. Asegúrate que pueda estar en contacto con personas que sean un buen ejemplo
Personas inteligentes, valientes, fuertes, talentosas y honradas. Cuéntale acerca de los grandes escritores, viajeros, científicos, académicos, pintores, fotógrafos, etc. Relátale cómo vivieron, cuánto les costó conseguir el éxito; hazle saber que la belleza interior es más importante que la exterior, y la clave del prestigio verdadero no está en un cuerpo perfecto.
7. Sé el ejemplo
Tú ya eres una superhéroe, y es verdad, no lo dudes ni un segundo; pero es tu deber mostrarle a tu hijo que eres bella, inteligente y honrada. Tú serás su mujer ideal, el ejemplo de lo que debería esperar en una buena mujer.
8. Enséñale buenos modales
A decir “gracias”, ”por favor“, Muéstrale el placer que hay en ayudar a los demás para que aprenda a ceder su asiento en el autobús a una embarazada o un anciano. Intenta que él sepa cómo se siente recibir ayuda, ofrecida de buena gana.
9. Permítele creer en algo
No sería correcto que te habláramos de religión, porque esa es una decisión personal de cada uno, pero te recomendamos que permitas que tu hijo tenga algo de qué agarrarse cuando sienta miedo, angustia o dolor, porque en su vida eso pasará muchas veces, y tú no siempre estarás ahí. Dale la oportunidad de no sentirse sólo.
10. Muéstrale que a veces es necesario ser muy delicado
Con los niños pequeños, los animales, las flores, los sentimientos de los demás, etc. Déjale claro que ser tierno no tiene nada de malo y que como dicen ”lo cortés no quita lo valiente”.
11. Permítele dañar las cosas que al fin y al cabo va a dañar
Si vas a molestarte cada vez que tu hijo vuelva a casa con los pantalones sucios y rotos, iniciarás una guerra perdida. No gastes energía en enojarte ante lo inminente. Los niños y las niñas están en el proceso de conocer el mundo y eso significa trepar a los árboles, saltar a los charcos, derramar líquidos, caerse y rasparse. Esa es la ley de la vida, y es mejor estar preparados, además es una etapa normal en sus vidas.
12. Interésate en lo que le interesa a tu hijo
Aprende los nombres de los jugadores de su equipo favorito, las letras de un par de canciones de su grupo preferido, averígua la diferencia entre Gryffindor y Slytherin (sólo por dar un ejemplo), y aprende a dibujar lo que a él le guste. Sé parte activa de su vida, y no sólo alguien que se limita a mirar desde afuera.
13. Salgan juntos a pasear
Apaga el televisor, desconécta los juegos de vídeo, pon el teléfono a cargar y guarda la cámara fotográfica. Simplemente sal a la calle con tu hijo y ve tras de él, averigua qué le gusta, sigue sus reacciones, pregúntale cosas. Te sorprenderás, te lo aseguramos. .
14. Permítele jugar aunque no siempre gane
Aunque todos quisiéramos que nuestros hijos siempre fueran campeones y que nunca les pasase nada malo, es bueno que ellos aprendan a perder, porque como sabes, en la vida no siempre se gana. Enséñale que a veces se gana y a veces no, pero eso no significa que se debe renunciar.
15. Dale la oportunidad de ayudar a otros
Existe una diferencia muy grande entre ser forzado a ayudar, a ayudar por voluntad propia. Ya habíamos hablado de esto, pero es muy importante que tú puedas encender el fuego de la buena voluntad en tus hijos. Da el ejemplo, ayuda a los demás
16. Explícale que la práctica hace al maestro
Y no estamos hablando sólo del deporte o la música, sino de todo en la vida. Ayúdale a ganar hábitos positivos, a practicar y tener paciencia. Sin duda le será de gran ayuda en su vida adulta.
17. Responde cuando te pregunte ¿por qué?
Respóndele o busquen la respuesta juntos. Muéstrale dónde puede conseguir la respuesta (preguntarle a papá, al vecino, a la abuela, o encontrarlo en internet, por ejemplo). Devuélvele la pregunta para que empiece a pensar por sí mismo. Si alguna vez no se siente en confianza para preguntarte algo, ya sabrá dónde puede encontrar la respuesta.
18. Deja que papá también le enseñe cosas
Si le permites a papá tomar parte activa en el proceso de crianza del niño desde el principio, el pequeño tendrá la idea de que “su papá lo sabe todo“. Tú siempre serás la mamá, y mamá no hay dos, pero para un varoncito es especialmente importante tener una buena relación con su papá y sentir que es sabio.
19. Dale algo para que pueda quemar energía
Tambores, una pera de boxeo, un lugar abierto o un perro. Dale algo para que pueda ”volverse loco” y dejar salir su energía, sino seguramente lo hará con algo que tú no quieras.
20. Constrúyele una fortaleza.
Es tan simple como tirar un par de cojines al suelo, unir un par de sillas, y tender unas sábanas encima, y ya está, la fortaleza está lista. Es importante que el niño sepa que cada cosa, por sencilla que parezca, tiene el potencial de convertirse en algo mágico.
21. ¡Bésalo y abrázalo!
Cualquier mamá puede ser testigo de que los niños varones pequeños también pueden ser muy amorosos y dulces. Sí, es posible que durante el día sean bruscos y no se queden quietos, pero siempre hay momentos en los que son buenos, tiernos y sensibles. No tengas miedo de “maleducarlo” al abrazarlo y besarlo porque los varoncitos también necesitan de mucho amor y ternura para crecer sanos.
22. Sé como una casa para él.
Suena algo raro, pero te lo explicamos con ejemplos: Cuando aprende a caminar, él suelta tu mano y luego regresa a ti, luego va un poco más lejos, y de nuevo regresa a tus brazos, cuando aprende a dibujar, te muestra su dibujo y espera de ti una sonrisa llena de orgullo; cuando aprende a leer, repetirá en voz alta 20 veces un párrafo porque sabe que su mamá estará feliz de escucharlo otras 20 o 50 veces, cuando juega al fútbol buscará tu cara en las tribunas. Cuando se enferma te llama a ti. Inclusive, cuando sea adulto y en su vida aparezca otra mujer importante, y una nueva casa, tú seguirás siendo su mamá, única e irrepetible como el sol.
Lo más importante que tu hijo debe saber es que siempre estará en tu corazón, y todo lo demás vendrá por sí solo.
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