Chiste***Chiste (Consejo del taxista) Nunca compres un robot para tu hogar.
Papá llega a casa y dice:
— Compré un "ROBOT DETECTOR DE MENTIRAS" que golpea a las personas cuando “MIENTEN”, he
decidido probarlo en la cena.
— Hijo ¿Dónde has estado hoy?
— Estuve en la escuela... Viene el robot y le da una bofetada al hijo.
— OK, fui a ver una película en casa de mis amigos.
— ¿Qué película viste?
— Los Pitufos
El robot lo golpea otra vez.
— Está bien pues, (grita el hijo) era una porno. El papá le grita:
— ¿Cómo? ¡Cuando yo tenía tu edad yo no sabía lo que era una película porno!
Viene el robot y le da tremendo coñazo al papá.
Y la mamá se caga de la risa y dice:
— ¡Hijo tuyo tenía que ser!... y el Robot la cago a trompadas a la mamá.
No hables si no entiendes lo que se te dice
En El tomelloso, un albañil trabaja afanosamente en lo alto de la torre de la iglesia arreglando las tejas rotas, cuando de pronto por la calle corriendo aparece su cuñado, muy nervioso y le grita:
- ¡Manolo, que se ha muerto la suegra!
El pobre Manolo, que desde esa altura no oía que le decía su cuñado, le contesta a voces:
- ¡Que no lo sientoooooo!
A lo que su cuñado contesta:
- Ya, ni yo tampoco, pero habrá que darle cristiana sepultura digo yo.
No compres en los chinos si no estás seguro
Iñaki, un bilbaíno de viaje en Japón, se compra un par de gafas de tecnología punta que permiten ver desnuda a la gente. Se las pone y ve pasar a una y a otra. Todas desnudas, estaba encantado. Se las pone, desnudas. Se las quita, vestidas. Se las pone, desnudas. Se las quita, vestidas.
¡Por Dios, que maravilla!
Incluso adelanta el viaje de vuelta a casa para enseñarle a su mujer la novedad. En el avión, se siente enloquecido viendo a las azafatas en pelota picada. Se las pone, desnudas. Se las quita, vestidas. Se las pone, desnudas. Se las quita, vestidas.
Cuando llega a casa, y antes de abrir la puerta, se coloca las supergafas, para ver desnuda a su Nekane. Abre la puerta y allí está ella, su querida esposa, con Jokin, su mejor amigo. En el sofá, ¡desnudos!
Se quita las gafas, desnudos. Se pone las gafas, desnudos. Se las quita... desnudos. Se las vuelve a poner... desnudos. Y no puede evitar un grito desgarrador:
¡Me cago en la hostia!
¡Nuevas y ya no funcionan!
¡Estops chinos!
No pongas a tus hijos el mismo... apelllido
Una señora va a sacar el pasaporte. El funcionario en turno le pregunta:
- ¿Cuantos hijos tiene, señora?
- Diez.
- ¿Como se llaman?
- Bernardo, Bernardo, Bernardo, Bernardo, Bernardo, Bernardo, Bernardo, Bernardo, Bernardo, y Bernardo.
- ¿Todos se llaman Bernardo?
- ¿Y como lo hace para llamarlos cuando, por ejemplo, están jugando todos afuera?
- Muy simple, grito Bernardo y todos entran.
- ¿Y si quiere que vayan a comer?
- Igual. Grito Bernardo y todos se sientan a comer.
- Pero si usted quiere hablar con uno en particular, ¿cómo le hace?
- Ah! En ese caso, lo llamo por su apellido.
Pídele consejo al taxista
Un hombre vuelve de un viaje de negocios, días antes de lo previsto. Es tarde y toma un taxi. Cuando está llegando a su casa le pregunta al chofer si quiere ser testigo de lo que va a encontrar, ya que piensa que su mujer lo engaña y que en este momento estará con su amante. El chofer acepta ser testigo, a cambio de 100 Euros. Entran sin hacer ruido, abren silenciosamente la puerta del dormitorio, el marido enciende la luz y corre de un tirón las sabanas de la cama. Y tal como lo imaginaba descubre a ambos, mujer y amante a galope tendido. Fuera de sí saca su pistola y coloca el cañón en la sien del amante, pero la mujer grita:
- ¡No, no dispares, no dispares por favor! Te mentí. ¡Nunca recibí una herencia de mi tía! Fue él quien pagó el 4x4 que te regalé, nuestro yate, también nuestra casa en el lago, nuestras vacaciones y el colegio de los niños. Hasta paga nuestras compras en Carrefour.
El marido, fuertemente impactado por esa revelación, baja la pistola, se vuelve hacia el taxista y le pregunta:
- Y Ud. en mi lugar, ¿qué haría ?
- Yo volvería a taparlo... ¡no sea que se resfríe!
No salgas con chicas demasiado jóvenes si ya no tienes edad para eso.
Un señor mayor va al médico y le dice:
- Hola doctor, tengo un problema, estoy saliendo con una joven de 25 años... cuando llego al primero estoy bien, en el segundo empiezo a estar cansado pero cuando estoy en el tercero no puedo más y tengo que parar...
El doctor le dice:
- Pero usted a sus 82 años, ¿Qué más quiere?
- ¡Pues llegar al cuarto que es donde vive!
(el último consejo también podría ser: No juzgues demasiado rápido, si eres chico; No seas mal pensada, si eres chica... que cada vez os parecéis más a nosotros, jejeje)
Saludos
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